Todos mis estudios los realicé en Argentina, país donde nací y viví hasta mis 29 años. Luego por un fuerte llamado interno comencé un viaje, donde me permití un largo caminar por más de dos años, sumando diferentes experiencias de intercambios y voluntariados a mi vida.
Elegí Valencia, maravillosa ciudad que me cautivo para
quedarme a desarrollar mis proyectos y herramientas.
Estudié Terapia Ocupacional, carrera que me mantuvo siempre
cerca del acompañamiento de la salud de las personas. La finalización de mi
formación estuvo acompañada por mi exploración en la Biodanza, de a poco ambas
pasiones fueron uniéndose al punto de ser una. Actualmente combino
cotidianamente mis herramientas. De esta manera, enfocándome desde la salud
siento que, en mi trabajo soy coherente con mis elecciones de vida.
Compartiendo alternativas diferentes, estimulando la alegría de vivir, la
importancia del afecto y acompañando procesos de fortalecimiento de la
identidad.
Continuando por este andar holístico, realice un Posgrado en
Medicina Ayurveda, compartiéndome así también desde el Masaje Abhyanga, un masaje
de toque sutil y profundo. Se realiza por todo el cuerpo, acompañado de aceites
naturales calientes, que invita a la escucha e introspección. El propósito de
este masaje es que encuentres en tu corazón ese lugar de descanso y refugio en
el que pueda asentarse tu mente y tus emociones armonizándose, en consecuencia,
el pensar con el sentir.
Mi trabajo es guiado por una mirada holística y Biocéntrica
al acompañar los procesos de Salud-Enfermedad de las personas. Pudiendo incluir
la afectividad como eje principal para establecer el vínculo terapéutico
Biodanza posee un repertorio de cientos de ejercicios y
danzas cuya finalidad es activar los movimientos humanos en forma armónica e
integradora. Son ejercicios formados por danzas sencillas que estimulan las
vivencias de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.
Durante la práctica de Biodanza la música se transforma en
movimiento corporal, y el danzante entra en la vivencia y se convierte en la
propia danza. Biodanza nos inspira en el amor a la vida, en lo vivo y en el
poder de la vivencia aquí y ahora. Es una conspiración del amor, una poética
del encuentro con la esencia humana y la esencia misma de la unidad.
